Las oficinas llevan cambiando y evolucionando desde que el ser humano trabajaba en ellas. Las razones son obvias, y es que se ha ido buscando la mejora y la comodidad de las personas que pasan mucho tiempo en ellas. Hoy te contamos su evolución histórica y cómo serán en el futuro.
Antiguamente, las oficinas formaban parte de los palacios y se destinaban a guardar pergaminos o escritos que los escribas realizaban. Se hace referencia sobre ellas en algún texto antiguo donde se hacían llamar bibliotecas.
Varios siglos después, se hizo mucho hincapié en la eficiencia y para eso era preciso exprimir el tiempo del trabajador al máximo, tomando un modelo de trabajo de producción masiva.
Es a finales de los años 60 cuando se empieza a defender la idea de un espacio laboral dinámico, que diera comodidad y sobre todo privacidad a los trabajadores. Aquí nacieron los famosos cubículos (espacios de paredes movibles).
En la actualidad, el pensamiento está muy enfocado a que la oficina es el segundo hogar del trabajo, y se busca un mejor rendimiento. De hecho, ahora es habitual crear espacios dinámicos y de ocio que sirven para despejarse.
Ahora bien, ¿cómo serán las oficinas del futuro?. Pues, a pesar de que no somos adivinos, hay algunos expertos que se han atrevido a imaginárselas.
CARACTERÍSTICAS DE LAS OFICINAS DEL FUTURO
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DISEÑO ADAPTADO A UNA ECONOMÍA CIRCULAR
La economía está pasando de ser lineal a circular, donde en vez de extraer recursos, manufacturarlos y una vez usados deshacerse de ellos, nos basamos en la regeneración.
Las oficinas del futuro responderán a este modelo, que es más sostenible y más importante que nunca en un contexto de cambio climático. Se apostará por la reestructuración de espacios, que supone un menor esfuerzo, para adaptarlos a las necesidades de las empresas. Ya hay algunas que apuestan por ello y que tienen paneles movibles, muebles ligeros que se desplazan y transforman fácilmente, y sensores que reconocen cómo se utilizan los espacios, con el objetivo de evitar masificaciones.
Por otro lado, se va a apostar por la separación y reutilización de los materiales que ya no se necesiten y se va a seguir por el camino de la eficiencia energética, con oficinas que que generen su propia electricidad y optimicen su consumo.
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OFICINAS ADAPTADA AL WORK ON THE MOVE
Algo que ya se hace en la actualidad es trabajar cada vez más desde ubicaciones y dispositivos diferentes. Esto se puede hacer gracias al trabajo en la nube que lo facilita, ya que la disposición de los equipos informáticos ya no marca la distribución de la oficina.
Es decir, los equipos son cada vez más autónomos y todos deben tener fácil acceso a la información, para facilitar el intercambio de información online-offline. Ya existen herramientas que facilitan esta integración pero lo que está por venir será mucho mejor.
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PERSONALIZACIÓN DE LOS ESPACIOS
Se van a empezar a separar los espacios de trabajo. Unos se destinarán al trabajo y a fomentar la concentración propia, otros estarán pensados para colaborar y crear, y otros para descansar y relajarse mientras te tomas un café.
En el futuro, es posible que la tecnología permita ir un paso más allá para que la oficina responda en tiempo real al ambiente que existe en cada momento. Según Nicola Gillen, los sensores de luz o ruido y los sistemas inteligentes podrán valorar las dinámicas que están ocurriendo en la oficina y adaptarse para crear una burbuja acústica, modificar las luces, bajar o subir la temperatura o incluso aprender y responder a preferencias individuales.
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OFICINAS PARA EL BIENESTAR
Puede llegar consolidarse la idea de que hay que tratar a los equipos de trabajo como clientes de la oficina. Es decir, con un ejemplo muy sencillo, Ryan Anderson, vicepresidente de Global Research and Insights de MillerKnoll, dice que las personas podemos cocinar en casa y que aún así salimos a comer a los restaurantes porque nos ofrecen experiencias diferentes. Añade que lo mismo debería ser con el trabajo; que se pueda hacer desde casa pero que las personas vayan a la oficina en busca de experiencias.
La finalidad es el bienestar de las personas que trabajan dentro de ella para que puedan ser más productivas y felices, y para que la vean como una herramienta que facilita su día a día y no como un enemigo.
En definitiva y como habéis podido leer, no se trata de un futuro lleno de robots ni tecnología sino de una oficina más humana. ¿Crees que realmente será así? Te dejamos un enlace de interés.
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